La disfunción eréctil (impotencia) es la incapacidad para lograr y mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales.
Tener problemas de erección de vez en cuando no es necesariamente un motivo para preocuparse. Sin embargo, si la disfunción eréctil es un problema recurrente, puede provocar estrés, afectar la confianza en uno mismo y contribuir a causar problemas en las relaciones. Los problemas para lograr o mantener una erección también pueden ser un signo de una afección médica subyacente que necesita tratamiento y un factor de riesgo de enfermedades cardíacas.
Si estás preocupado por la disfunción eréctil, conversa con el médico, incluso si te avergüenza. A veces, el tratamiento de una afección subyacente es suficiente para revertir la disfunción eréctil. En otros casos, podrían necesitarse medicamentos u otros tratamientos directos.
Los síntomas de la disfunción eréctil pueden incluir los siguientes:
La excitación sexual masculina es un proceso complejo que involucra al cerebro, las hormonas, las emociones, los nervios, los músculos y los vasos sanguíneos. La disfunción eréctil puede ser el resultado de un problema con alguno de estos. Del mismo modo, el estrés y las inquietudes relacionadas con la salud mental pueden provocar disfunción eréctil o empeorarla.
A veces, la disfunción eréctil se debe a una combinación de cuestiones físicas y psicológicas. Por ejemplo, una enfermedad física leve que hace que tu respuesta sexual sea más lenta puede generarte ansiedad con respecto a mantener una erección. Esta ansiedad puede provocar o empeorar la disfunción eréctil.
En muchos casos, la disfunción eréctil se debe a factores físicos. Estas son las causas más comunes:
El cerebro cumple una función clave en la activación de la serie de sucesos físicos que provocan una erección, en la que el primero es la sensación de excitación sexual. Varios factores pueden interferir en los sentimientos sexuales y provocar o empeorar la disfunción eréctil. Estos incluyen los siguientes:
A medida que envejeces, las erecciones pueden tardar más en desarrollarse y pueden no ser tan firmes. Es posible que necesites un contacto más directo en el pene para lograr una erección y mantenerla.
Varios factores de riesgo pueden contribuir a la disfunción eréctil, por ejemplo, los siguientes:
Estas son algunas de las complicaciones provocadas por la disfunción eréctil:
La mejor manera de evitar la disfunción eréctil es elegir un estilo de vida saludable y controlar las afecciones médicas existentes. Por ejemplo: