A pesar de que el VIH sigue siendo un grave problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo, la respuesta mundial para hacerle frente está en riesgo. En los últimos años se han estancado los avances hacia los objetivos propuestos en relación con el VIH, los recursos se han reducido y, en consecuencia, millones de vidas corren peligro.
La división, la disparidad en el trato y el desprecio por los derechos humanos son algunos de los factores que han permitido que el VIH se haya convertido en una crisis mundial de salud y que lo siga siendo a día de hoy.
El 1 de diciembre, la OMS se une a sus asociados para conmemorar el Día Mundial del Sida 2022 bajo el lema «iIgualdad Ya!». La OMS hace un llamamiento a los líderes mundiales y a los ciudadanos para que reconozcan y combatan con valentía las desigualdades que obstaculizan los avances dirigidos a poner fin al sida, y para que garanticen un acceso igualitario a los servicios esenciales relacionados con el VIH, en particular para los niños y los grupos de población clave y sus parejas sexuales: los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas transgénero, los consumidores de drogas, los trabajadores sexuales y los reclusos.